Entrevista Dircom Catalunya a Clara Bassols, directora de Comunicación del Cercle d’Economia
Directora de Comunicación del Cercle d’Economia desde hace casi un año, Clara Bassols ha sido responsable de prensa y comunicación del Col·legi d’Economistes de Catalunya durante cuatro años, productora del programa Econòmix de Radio 4 y, durante diez años, responsable de contenidos de la agencia Bottini Communication. Además, Bassols también ha trabajado en Onda Cero, El Punt Avui y la agencia Zip Zap Social PR.
No es opinar por opinar, sino hacerlo de acuerdo con lo que elabora un grupo de expertos en cada tema por encargo de la junta directiva
El Cercle d’Economia es una institución con más de 1,300 socios y un centenar de entidades colaboradoras que quiere “contribuir a la mejora del debate público opinando sobre los principales retos que condicionan el progreso económico, social y político”. ¿Es la comunicación, por tanto, la tarea principal de la asociación?
La comunicación es un elemento clave para el Cercle, como debería serlo para todas las organizaciones. En el Cercle organizamos debates, mesas redondas y conferencias sobre temas muy diversos y somos conocidos por emitir periódicamente notas de opinión que son el resultado de mucho trabajo marcado por el rigor. No es opinar por opinar, sino hacerlo de acuerdo con lo que elabora un grupo de expertos en cada tema por encargo de la junta directiva. Opinamos sobre temas generales, pero también sobre temas muy concretos como, por ejemplo, la vivienda. El otro día, por ejemplo, recibimos a la ministra del ramo y le pudimos trasladar los argumentos. El hecho de opinar sobre temas tan específicos nos obliga a recurrir a los mejores expertos. Todo esto, si no lo comunicáramos, tendría mucho menos sentido, porque todo lo que hacemos es para dar servicio a los socios y entidades colaboradoras y al resto de la sociedad. La comunicación no es la única tarea del Cercle ni la número uno, pero seguro que está entre las diez principales.
Nosotros no defendemos unos intereses concretos, sino un interés general, y, de hecho, si se mira el perfil de los socios, se ve que no solo son personas del mundo empresarial, sino también muchos perfiles académicos, profesionales liberales y gente que no tiene nada que ver con la economía ni la empresa
Estamos en 2024; los actores económicos y las plataformas comunicativas se han multiplicado; y también las ideologías dominantes han cambiado. ¿Sigue teniendo el mismo papel de entidad de referencia el Cercle d’Economia? ¿Es tan influyente como en épocas pretéritas? ¿Qué se debe hacer para seguir siéndolo?
Cada vez hay más herramientas, medios, plataformas y actores, y la multiplicidad de espacios es muy relevante. Esto permite hacer ruido más fácilmente, pero destacar entre todo este mar de altavoces tampoco es fácil. Nosotros tenemos una gran ventaja: partimos de la base de que somos una institución de referencia para la sociedad catalana, española y también europea (porque no olvidemos que el Cercle es una entidad europeísta desde que nació en 1958), y el reto que tenemos no es hacernos un lugar en la esfera pública, sino mantenerlo. El reto es seguir siendo un espacio de referencia, y eso pasa, sobre todo, por seguir siendo un espacio de encuentro y un foro de debate. Es muy importante decir que, contrariamente a lo que muchos piensan, el Cercle no es un lobby empresarial. Nosotros no defendemos unos intereses concretos, sino un interés general, y, de hecho, si se mira el perfil de los socios, se ve que no solo son personas del mundo empresarial, sino también muchos perfiles académicos, profesionales liberales y gente que no tiene nada que ver con la economía ni la empresa. Estamos muy abiertos a las diferentes sensibilidades de la sociedad, y el hecho de ser transversales y de haber tenido una continuidad en el tiempo nos da una ventaja competitiva que, de momento, nos hace seguir siendo un referente.
La transversalidad no frena nada, sino que hace que las opiniones que generamos tengan más valor
Han formado parte de la junta personas de signos políticos muy diferentes. Parece que la transversalidad política es una de las características de la asociación. ¿Es también un reto, sin embargo? ¿Cómo se trabaja internamente para que la diferencia de opiniones no derive en escisiones?
Más que un reto, es un elemento enriquecedor. Pronto hará un año que estoy aquí y cuando llegué me sorprendió que fuera tan transversal y que esto se viera y se trabajara tan en positivo. Es verdad que cuando una institución es diversa y tiene perfiles profesionales y sensibilidades políticas diversas es imposible que siempre haya unanimidad en todo. Pero entonces se busca el consenso: los elementos de coincidencia que siempre existen y que, si se trabaja con una mirada constructiva, se encuentran. La búsqueda del consenso da una personalidad singular al Cercle, lo que hace que sea una referencia para partidos políticos, sindicatos, patronales, entidades de la sociedad civil… De hecho, creo que la independencia del Cercle de los intereses sectoriales y políticos es lo que nos define. Nuestra financiación no depende de la administración y eso también nos da libertad. Cuando hay momentos de divergencia, se busca el consenso. Incluso en un tema como la amnistía, por ejemplo, en el que nos posicionamos justo después de que yo comenzara a trabajar aquí, fuimos capaces de generar un consenso y dar una opinión única como Cercle. Creo que esto es una muestra de que la transversalidad no frena nada, sino que hace que las opiniones que generamos tengan más valor.
Los representantes del mundo empresarial son cruciales en el Cercle. ¿Hasta qué punto os preocupa crecer en socios y llegar a mucha más gente?
Como te decía, hay representantes del mundo empresarial, pero también del mundo académico y del mundo social. En todo caso, los 1.300 socios van creciendo poco a poco y, aunque queremos que haya más, no priorizamos el volumen de socios, sino la calidad. Para entrar en el Cercle no hay ningún requisito de formación como en un colegio profesional, pero sí que dos socios del Cercle deben avalarte (no económicamente). Nos importa ser cada vez más, pero no a cualquier precio.
Te has encargado también de la comunicación del Col·legi d’Economistes durante cuatro años y has trabajado la información económica como periodista en Radio 4. ¿Cuáles son los retos comunicativos de los agentes implicados en la actividad empresarial? ¿Se llega lo suficiente al gran público? ¿Se hace buen periodismo económico aquí? ¿Las instituciones y las empresas priorizan lo suficiente la comunicación?
Con la crisis económica, la gente se interesó por la economía pero, en general, hay una falta de formación económica y financiera evidente en nuestro país. No sé qué forma debería tener ni quién debería ser el responsable, pero creo que sería necesario aumentar la formación económica de la sociedad. Y esto permitiría que el gran público tuviera más interés por este mundo. Por otro lado, en cuanto a la comunicación corporativa, ahora hay muchas plataformas que facilitan que cualquier empresa comunique, pero comunicar con rigor y ser un referente, con tanto ruido de fondo, es más complicado. La comunicación debe tener dos grandes objetivos: generar confianza y generar o mantener la reputación. En un mundo que cambia constantemente, la comunicación debe adaptarse tecnológicamente, pero lo más importante es tener siempre claros estos dos objetivos y preguntarse: «¿esto que hago contribuirá a que mi destinatario siga confiando en mí o generará dudas e incertidumbre?». Para terminar, creo que las empresas cada día tienen más claro que la comunicación es importante. Es verdad que hay empresas más tradicionales que desconfían de la transparencia y que quizás aún son reticentes, pero en general creo que todo el mundo tiene cada vez más claro que comunicar es muy relevante y que da resultados. Esto no quiere decir que todos lo hagan de la misma manera: no es lo mismo una empresa industrial que una institución como el Cercle. El que compra un zapato quiere confiar en que el zapato será bueno. El socio del Cercle, o el que quiere serlo, quieren estar orgullosos de la institución, porque confían en que lo que dice está basado en el rigor y el estudio.
Nosotros opinamos cuando realmente tenemos algo que decir, no queremos salir todos los días en los medios porque sí
Estáis en LinkedIn, la red profesional por excelencia, y también comunicáis en Instagram, YouTube o Twitter, además de en la web. ¿Qué relación tenéis con los medios de comunicación convencionales y qué papel tienen en vuestra comunicación?
Los medios son un colectivo muy importante para el Cercle d’Economia. Las notas de opinión que hacemos son para los socios pero también para incidir en el debate público. En este sentido, los periodistas de los medios juegan un papel imprescindible para nosotros, porque nos ayudan a divulgar las opiniones que emitimos. Luego, obviamente, están acostumbrados a recibir las convocatorias de los actos que hacemos (a veces para formarse a nivel personal y otras veces para cubrirlo para sus medios). De la misma manera que queremos ser referentes para los socios y entidades, también queremos serlo para los periodistas: queremos que sepan que aquella nota que les estamos presentando para que nos ayuden a transmitirla a la ciudadanía, siempre estará basada en el rigor y el trabajo bien hecho. Aun así, también es importante decir que somos muy selectivos con lo que les enviamos. Nosotros opinamos cuando realmente tenemos algo que decir, no queremos salir todos los días en los medios porque sí.
¿Cuáles son los principales retos del Cercle d’Economia para los próximos años y cómo crees que debe cambiar la comunicación de la asociación en los próximos años?
Como sucede en la mayoría de las instituciones, el principal reto que tenemos tiene que ver con el mundo digital: cómo aprovechar mejor las herramientas disponibles para relacionarnos con los socios y hacerles llegar de manera eficiente toda la actividad que organizamos. Tenemos herramientas de mailing, pero deben evolucionar para enviar correos en función de los intereses individuales o de las aperturas anteriores, por ejemplo. También debemos abrir nuevos canales como WhatsApp, que estamos estudiando implementar pronto y, en definitiva, usar herramientas para relacionarnos mejor con los socios y para conocerlos mejor. Este es el gran reto del Cercle en cuanto a comunicación.
