En un mundo donde las redes sociales son espacios propensos a propagar la desinformación, la verificación de hechos se ha convertido en una herramienta esencial para contrastar la información. Glenn Kessler, editor del The Fact Checker de The Washington Post desde 2011, quien recientemente ha visitado Barcelona con motivo de la celebración de la decimotercera edición de NETCOM, la gran noche de la comunicación organizada por Dircom Catalunya, lidera esta misión con rigor y compromiso. A lo largo de su carrera, Kessler ha redefinido el rol del periodista como “vigilante del poder”, estableciendo estándares de transparencia y objetividad en una época marcada por la polarización y la manipulación informativa.
Usted lleva cuarenta años dedicado al periodismo y se ha especializado en la verificación de hechos o fact-checking. ¿Por qué es tan importante?
La misión de la prensa, y el motivo por el que me hice periodista, es hacer que quienes ostentan el poder rindan cuentas a la sociedad por sus acciones. La desinformación se propaga rápidamente, los ciudadanos necesitan confiar en las fuentes de información y nosotros, como periodistas, tenemos la responsabilidad de proporcionar datos verificados y objetivos.
Como pionero en la verificación contra las noticias falsas, usted realizó un recuento de las fake news de Donald Trump durante su primera legislatura. El resultado fueron 30.000 “falsedades” o “afirmaciones engañosas” en aspectos como la economía, el COVID, la inmigración o incluso mentiras de campaña recientes sobre “los haitianos comiéndose las mascotas de los estadounidenses”. Son muchísimas mentiras, ¿no?
Sí. Cuando publicamos una noticia importante en The Washington Post que expone corrupción, por ejemplo, hemos comprobado que aumentan los lectores y, ante la escasa penalización que este tipo de falsedades ha tenido en los resultados de las elecciones en EE. UU., creo que el único camino posible para defender la verdad y devolver la confianza a los medios es hacer un periodismo preciso y publicar reportajes en profundidad que aporten valor.
“El único camino posible para defender la verdad y devolver la confianza a los medios es hacer un periodismo preciso y publicar reportajes en profundidad que aporten valor”
¿Cómo afecta la falta de recursos y medios a la calidad del periodismo de investigación, especialmente en el ámbito local?
No ayuda a la prensa tradicional que las redacciones sean cada vez más pequeñas y con menos recursos, una realidad que afecta especialmente al periodismo local. Siempre lo digo medio en broma, aunque es algo muy serio: nunca ha habido un mejor momento para ser un político local corrupto que ahora, cuando casi no hay medios controlando y explicando lo que pasa.
A esta prensa tradicional también le juega en contra la sostenibilidad económica, ¿verdad? Ahora es casi imposible mantenerse sin comprometer su independencia.
En los últimos años, The Washington Post ha registrado pérdidas financieras importantes, estimadas en 170 millones de dólares desde 2022. A pesar del apoyo de su propietario, Jeff Bezos, el diario perdió 250.000 suscriptores digitales en tan solo dos semanas debido a decisiones editoriales y estratégicas que no han tenido buena respuesta entre parte de su audiencia. La rentabilidad no puede ser un fin en sí mismo, sino un medio para garantizar la libertad informativa. Debemos ser rentables para ser libres, no para convertirnos en propaganda política.
“La tragedia de la DANA en Valencia podría definirse como una tormenta perfecta de desinformación”
¿Ha seguido la gestión de las inundaciones en Valencia del pasado mes de octubre, que dejaron al menos 222 víctimas mortales?
Sí, Valencia es una de mis ciudades españolas favoritas. El trágico temporal de la DANA podría definirse como una tormenta perfecta de desinformación. Esta catástrofe es un gran ejemplo de cómo la falta de acceso a información o la incapacidad de los gobiernos para proporcionar datos precisos puede tener resultados trágicos. Es un caso real de estudio sobre el impacto de la mala información, las noticias falsas y el debilitamiento de las instituciones periodísticas. A esto se suma la rabia de la gente, que incluso hemos visto lanzar barro a las autoridades.
¿Cree que la falta de información didáctica y de medidas a tiempo sobre el cambio climático ha contribuido a un escenario de intoxicación y desinformación, especialmente desde las redes sociales?
La DANA llegó en el contexto de un cambio climático sobre el que no se ha publicado suficiente información didáctica, y mucho menos se han tomado medidas a tiempo. Lo peor es que esto es solo el comienzo de la era de la desinformación, en la que ya estamos viendo las consecuencias de no tener un periodismo y unas instituciones periodísticas sólidas.
“X ya no es un gran impulsor de tráfico para los medios desde hace tiempo”
Desde hace unos meses hay polémica en X. ¿Qué opina de la decisión de medios como The Guardian o La Vanguardia de no publicar contenido en esta red social?
Las instituciones periodísticas no pueden mantenerse al margen de la conversación de las personas. Los debates públicos son cada vez mayores y suceden en lugares como las redes sociales y los chats. Los periodistas no podemos dejar de estar presentes allí. No tengo una opinión contundente sobre las decisiones de los grandes diarios en este sentido, pero tengo claro que X ya no es un gran impulsor de tráfico para los medios desde hace tiempo. Desde que Twitter se convirtió en X, el tráfico ha disminuido porque, si incluyes un enlace de tu medio, el algoritmo de la red degrada la publicación para evitar que el usuario abandone su plataforma.
¿Está cobrando demasiada importancia el algoritmo?
El algoritmo es el culpable de que las redes sociales solo ofrezcan a los usuarios información desde un mismo punto de vista de manera repetitiva, lo que provoca una visión del mundo sesgada. Antes, al leer un periódico, encontrabas noticias de tu máximo interés y también otras que quizás no leías con tanta profundidad, pero de las que podías enterarte de algo.
Usted también da charlas a jóvenes y universitarios. Dentro de este panorama, ¿qué recomienda a sus alumnos?
Cuando doy charlas a estudiantes de secundaria o universitarios, siempre insisto en la importancia de diversificar las fuentes de información, de seguir medios distintos, tanto demócratas como republicanos, porque de lo contrario acabarán con un flujo contaminado que les dará una impresión falsa de lo que está ocurriendo en el mundo.
