Podríamos pensar que del mismo modo que uno no intimaría con un desconocido en la calle y mucho menos accedería a desnudarse ante una cámara, tampoco lo haría en Internet. Pero lo cierto es que la pantalla genera una sensación de protección tan falsa como extendida, de ahí que los delitos de sextorsión se hayan multiplicado hasta convertirse en “una auténtica plaga”, tal y como advierte Selva Orejón, fundadora y directora ejecutiva de onBRANDING, empresa especialista en identidad digital, reputación online y ciberinvestigación. Unos campos que resultan fundamentales para analizar quiénes están detrás y cuáles son las estrategias y los objetivos de delitos como la sextorsión, que tienen lugar en la red.
En concreto, el ciberdelito de la sextorsión se basa en un tipo de extorsión fruto de una situación íntima entre aparentemente dos personas que han creado un espacio de confianza a través de las redes sociales. “A partir de aquí se establece una videoconferencia en la que la víctima se descubre físicamente, llegando en muchos casos a acabar desnuda y en una actitud sexual. El agresor, que normalmente es una red de crimen organizado, utiliza esas imágenes que está grabando para pedirle dinero a cambio de no hacer el vídeo público en un canal de Internet”, ha explicado Orejón en la sesión ‘Sextorsión: Impacto personal, crisis empresarial’ presentada en Dircom Canarias.
Este tipo de extorsión no sólo está en proceso de extensión, sino que cada vez centra más el perfil de sus víctimas. “Ahora se escogen cuáles son aquellas personas que serían no sólo más receptivas, sino que estarían más preocupadas por su propia reputación. En este caso pueden ser presidentes o altos ejecutivos de multinacionales o incluso cualquier tipo de persona que utiliza su marca personal en beneficio del servicio que da. Estas son las víctimas más vulnerables en tanto que no sólo les preocupa por su reputación personal, sino que también profesionalmente hablando estarían absolutamente dañadas”, ha señalado la especialista en ciberinvestigacion.
Para evitarlo Orejón recomienda estar formado en técnicas de protección de identidad digital, pero también el uso del sentido común, es decir, no hacer en el mundo virtual aquello que no se haría en ningún otro escenario. Además de todo ello y como base, la especialista ha ofrecido algunos consejos de precaución a los socios de Dircom Canarias, como por ejemplo navegar con redes que sean de confianza, tener perfiles personales que no estén relacionados con los perfiles corporativos, utilizar pseudónimos en lugar de nombres reales, o conocer cuál es la información que hay sobre uno mismo en Internet.
Por último, Selva Orejón ha hecho hincapié en la importancia de denunciar la sextorsión o cualquier otro tipo de ciberdelito porque, tal y como apunta, “si no se denuncia es como si no existiera y, por tanto, no se van a destinar los recursos necesarios para terminar con esta lacra”.
Este encuentro, organizado por Dircom Canarias, ha tenido lugar en la sede de la CEOE de Tenerife.
