Durante los últimos 150 años el ser humano ha utilizado prácticamente la mitad de todos los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) que el planeta Tierra había almacenado a lo largo de 600 millones de años. La revolución industrial, las nuevas tecnologías y el ritmo de vida de nuestra sociedad ha basado su desarrollo en la utilización de combustibles fósiles, principales generadores de los gases del efecto invernadero. El aumento de este tipo de emisiones ha provocado cambios en la historia de la humanidad. “En los últimos 50 años, la concentración de CO2 en la atmósfera está en 405 partes por millón, batiendo récords históricos. Esta es la realidad a la que nos estamos enfrentando” ha indicado Álvaro Rodríguez.
Uno de los principales efectos es el fenómeno del calentamiento global. Desde el año 1880 hasta la actualidad la temperatura de la Tierra ha subido un grado y la tendencia está en seguir aumentando. Los océanos son los más afectados en este sentido,ya que en ellos se están almacenando las tres cuartas partes del CO2 y del calor resultante. Tal y como ha afirmado Álvaro Rodríguez, “son los que se están llevando la peor parte de este proceso, en muchas zonas las aguas marinas están hasta 5 y 6 grados más calientes de lo normal lo que tiene múltiples consecuencias”.
Este aumento de temperatura, tiene además repercusión directa sobre el viento, que incrementa su velocidad. Unas tormentas con más agua y con vientos de mayor velocidad dan como respuesta los huracanes y tifones. Según los científicos en los próximos años se va a doblar el número de huracanes de categoría 4 y 5 con los efectos catastróficos que ello puede tener para muchas zonas del planeta. Además, el fenómeno del calentamiento global, junto con el deshielo masivo en glaciares, está subiendo el nivel del agua de todos los mares del planeta. Cuando el nivel del mar se eleva con rapidez, tal y como ha estado haciéndolo en los últimos tiempos, incluso un pequeño aumento puede tener consecuencias devastadoras en los hábitats costeros.
Gobiernos y empresas privadas están centrando sus esfuerzos en incrementar el porcentaje de fuentes renovables en la generación de electricidad, preparándose para un futuro bajo en carbono. Y esta apuesta está empezando a ser decidida tanto en países desarrollados como emergentes. Alvaro Rodríguez ha afirmado que “el futuro de las energías renovables es prometedor”, ya que “somos la primera generación consciente del problema del calentamiento global y con capacidad para solventarlo”.
Para finalizar, el director general de The Climate Reality Project Spain ha compartido con los asistentes unos sencillos consejos para instalar buenas prácticas en nuestro día a día. Rodríguez ha insistido en que todos podemos formar parte del cambio si nos centramos en tres aspectos fundamentales que responden a las siguientes cuestiones: Cómo nos movemos, cómo consumimos y cómo nos iluminamos. “Se trata de pequeños cambios, que sumados hacen un efecto multiplicador”, ha concluido.