“La Inteligencia Artificial es reconocida por los profesionales de la comunicación como un recurso positivo, sin embargo, sólo un 15 % está trabajando con ella”, apunta Álvaro Rodríguez, director de Comunicación, RSC e Internacionalización de Dircom, aludiendo a la información que recoge el Anuario de la Comunicación Dircom 2018 que señala esta herramienta como una de las tendencias a las que se dirige el sector. El dircom de Dircom ha indicado que, en base a esta publicación, el va a tener que convivir con los procesos de inteligencia artificial, un fenómeno “cada vez más creciente, que es positivo y que va a cambiar mucho de lo que hacemos hoy en día”.
Presentación del Anuario de la Comunicación 2018 en Tenerife
Al fin y al cabo, tal y como advierte Susana Durán, “la Inteligencia Artificial ya existe y no es exactamente como la pintan en las películas. Se trata de una simple simulación de los procesos de inteligencia de los seres humanos”. De este modo, este proceso tecnológico no se limita a los robots que nos muestra la gran pantalla, también está en nuestros móviles, cuando nos permite editar una fotografía; en una aspiradora, cuando reconoce nuestra casa para limpiarla; en aquella consola de videojuegos que identifica nuestros movimientos; “en las búsquedas online, el referente de la Inteligencia Artificial, o en las respuestas automáticas que encontramos cuando vamos a responder un correo electrónico”, afirma la Mobile & BOTS CoE Director.
De este modo, los objetivos de la Inteligencia Artificial pasan por aprender, razonar, planificar, percibir y crear procesamientos del lenguaje natural (más conocidos como NLP, por sus siglas en inglés). “Pero tranquilos, difícilmente logrará desarrollar todos estos objetivos a la vez. El truco de la Inteligencia Artificial es tener un objetivo claro y definido”, dice. De ahí que se destaque la utilidad de esta herramienta para el sector de la comunicación. “¿Qué mejor que adaptar la estrategia de forma personalizada?”, se pregunta Durán al tiempo que responde que “no hay nada mejor que aprender de los comportamientos que las personas llevan a cabo, que es precisamente lo que mejor hacen las máquinas: aprender y decidir”. Eso sí, ha destacado que “todo este tipo de decisiones tiene un impacto, por eso hay que tener un especial cuidado con aquellos procesos de inteligencia artificial que afectan a la legislación”.
Un gran poder que conlleva una gran responsabilidad y que, tal y como enumera esta especialista, deben seguir un código ético que refleje la diversidad de los usuarios a los que sirve, que rinda cuentas, se alinee con valores y garantice la igualdad de condiciones. Una puntualización a tener en cuenta cuando, como adelanta Susana Durán, las tendencias apuntan a que el 40% de los asesores estándar serán agentes de soporte virtual o que los dispositivos móviles que incluyan nuevos procesos de inteligencia artificial crecerán un 80%. Aunque también, asegura, “a servir cada vez más de ayuda a las personas en sus puestos de trabajo”.
Esta actividad, organizada por Dircom Canarias, ha tenido lugar en la sede de Endesa en Las Palmas, y en la sede de CEOE en Tenerife.